lunes, 16 de marzo de 2015

Apam Paraiso Natural




De las muchas incursiones al Paraiso Natural asturiano quizás me quede con un veraneo en la villa de Proaza donde conocimos a las estupendas oseznas Paca y Tola, cubiertas de chocolate y con su mirada werther caramelo sin azúcar, que bajo la lluvia nos dejaron alucinados viéndolas comer en apenas unos metros cerca de nosotros. Sin duda fue un privilegio verlas en su hábitat natural, esta tierra tan mágica con su impresionante cañon del cares, su copete Naranjo de Bulnes, sus salvajes playas y llena de duendecillos amables, es un destino siempre recomendable.